18 de diciembre de 2013

Palabras mutiladas


Las horas partidas, entre calladas duermevelas,
en la desidia pura de jornadas gemelas,
no arrastran más voluntad que la de seguir
siendo esencia de tiempo suspendido.
Ya no articulo los sonidos esperados,
sonríe mi costumbre y te devuelvo
cumplido por cumplido, sin más.
Desde hace cien lunas siento que
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta,
y se me atascan, embotelladas,
las falsas verdades que vemos,
las medias mentiras que creímos.
Porque, mientras no lo diga, no será.
Porque, mientras no lo oiga, no sabré.
Porque mientras, no habrá nada más,
nada perdido, ni malogrado en el camino.
Solo mi voz que no suena como es debido.



3 de diciembre de 2013

Propósito de enmienda


Sí, sí... lo sé.

No tengo perdón.

Un abandono casi total, incomprensible e inexplicable. Imagino que ya no habrá casi nadie al otro lado al que pedir perdón. Tampoco es que venga ahora compungida diciendo "por mi culpa, por mi culpa..." que no. El caso es que tras un pequeño lavado de cara, el blog parece otro...y da pena volver a abandonarlo.

De todas maneras aquí dejo tres temas para elegir para quien quede o aparezca por estas tierras.

1) una tribu de palabras mutiladas busca asilo en mi garganta 
Anillos de ceniza, Alejandra Pizarnik  Tema ganador con 5 de los 9 votos.

2) Del fondo del pasillo llegaba un aroma a café tostado
1984, George Orwell.

3) Ha bastado con echarme a llorar para que se ponga en mi lugar 
La felicidad de los ogros, Daniel Pennac.


La encuesta como siempre bajo la foto de perfil, a la derecha.
Muchas gracias!

19 de agosto de 2013

Plomo.

Y no es que quiera escapar,
ni siquiera ando buscando
sentido a mis actos.
Porque no es huir,
es simplemente seguir,
buscar camino.
Y no es que no quiera más,
ni siquiera que no pueda,
es instinto.
Porque me piden
kilómetros que alcanzar
mis pies perdidos.
Y no es que no puedan,
es que pesan 
como plomo
y se han hundido. 


27 de abril de 2013

Perdedor en la batalla.

Por azares de una extraña alquimia sensorial piensas que
lo que tocas no es oro pero lo transforman tus manos.

Te regalé una noche y te creíste dueño de mis días.

Amordacé a jadeos mi lengua viperina
por no romper con frases el momento.

Bautizaste a besos la sombra de mi luna
sin intentar primero consensuar el nombre.
Y te erigiste rey absoluto del territorio que arrasabas.

Jamás pensaste que estando aletargada podría derribarte.
Ufano aún sonreías, mientras dinamitaba tus fueros,
con ese tipo de intransigente seguridad que
acostumbras a tener por mala compañera.

Las emboscadas también llegan a plena luz del día.
Y te quedaste sin claro de luna para un mañana.





22 de marzo de 2013

Percepción.


"Los amantes y los dementes poseen cerebros tan bulliciosos, fantasías tan reales que perciben más de lo que la razón podrá comprender nunca.

El lunático, el amante y el poeta están creados de imaginación.

Uno de ellos ve más demonios de los que el vasto infierno puede contener; es el loco.

El amante, como cualquier fanático, ve la belleza de Elena en la cima de Egipto.

Estados de percepciones, amigos. ¿Nos vemos los unos a los otros tal y como somos realmente ? ¿o sólo vemos lo que queremos ver?. La imagen distorsionada por nuestras lentes personales.

Hoy he perdido a alguien. Y lo más gracioso es que ni siquiera sabía quien era."

Northern Exposure. 

9 de marzo de 2013

Barcos de papel.

Prefiero que mis barcos de papel
no encuentren el líquido elemento,
y floten en el aire mecidos por los sueños
surcando entre visillos y silencios.
Efímeros en su materia nacen,
pero alzan el vuelo,
para que no dejen de bailar nunca
sin lastres ni anclas los creo,
para que floten en el aire
y no sean pesos muertos.


22 de enero de 2013

Nada

Ni puedo, ni quiero, seguir tras las sombras del sueño.
Quiero materia intangible que recorran mis dedos, 
tener aromas nuevos entremezclándose con los viejos.
Quiero empaparme de lluvia para limpiar el rastro
y que pierda la ruta y pase de largo el gemido del viento.
No quiero arcilla que moldeé mis pasos, ni puedo
mantener el ritmo si me sigo enganchando y hundiendo.
Quiero ser nada, para que no puedan sujetarme,
ni medirme, ni marcarme, ni desprenderme
cercenando de un corte mis raíces débiles del suelo.
Ni puedo, ni quiero, más de lo mismo de nuevo.