Soltar lastre.
A veces todos los monstruos que hay que vencer duermen dentro de tu propio pecho y hacen tus pasos lentos y pesados. A veces soltarte del lastre es más difícil que decir lo siento. Ni cien amaneceres consiguen aligerar el peso. Porque cuando el miedo es de ti mismo no hay nadie que te proteja. Nadie que te diga “tranquila estaré aquí cuando vengan los batallones, para defenderte.” Y las noches ya no son más que días silenciosos y los días noches sin grillos dentro de tu jaula, y la vida una sucesión de sinsentidos que nadie alcanza a detener. A veces el infierno somos nosotros mismos. Tantas veces...
"El cielo y el infierno està aquì, y lo clavó con esa -n- que faltaba" algo asì dijo Blas de Otero
ResponderEliminarno hay infierno peor que el que nosotros mismos nos ¿facilitamos?
ResponderEliminarY todavía empeora si nos regodeamos en los naufragios.
Y puestos a elegir frase optamos por la mas pesimista. ¿Qué texto puede salir?
...¿se nota que estoy empezando a cansarme de perder siempre las votaciones? (jejeje).
Yo digo que el infierno está en nosotros mismos, SIEMPRE.
ResponderEliminarChe, el cielo y el infierno están unidos, no? Depende de uno mismo separarlos.
ResponderEliminarLa frase más pesimista dobló a la vida bella, guille. Es cierto que la frase ganadora no da para muchas fanfarrias...
ResponderEliminar¿¿En serio nunca gana la frase que eliges??? Vamos a tener que remediarlo jajaja
Puede ser Tracy... No creo mucho en el cielo o en el infierno, para mi las peores barreras son las que nosotros mismos nos ponemos.
ResponderEliminarMe apetece matar monstruos, pero he llegado demasiado cansada del trabajo.
ResponderEliminar"He construido castillos en el aire tan hermosos que me conformo con sus ruinas", escribió Jules Renard.
Meteré el lastre en el palacio de la memoria abandonado.
Tengo ganas de descargar mi ira y no encuentro el link.
No los mates, los monstruos si los pones cara pueden ser un aliciente.
ResponderEliminarVuelves del trabajo? Mira hace tiempo que no practico eso... hasta lo voy a empezar a añorar.