Hay algo en ti que siempre me resulta extraño. Te analizo y disecciono tus movimientos, estudio tus motivos. Sé de ti tanto que puedo nombrar cada poro de tu testuz. Aún así hay algo en ti que permanece latente y me asalta cuando menos lo espero.
Te miro a los ojos, descubro una expresión en ti que ayer no estaba. No sé si me gustas más o me gustas menos. Algunos días dudo de que realmente me gustes. Otros estoy encantada de haberte conocido. Tal vez necesite más terapia. Pero lo que si sé es que nunca podremos conocer completamente a otro, ni siquiera si ese otro es uno mismo.
Mientras se sepa descubrir novedades en el "otro" la relación seguira viva.
ResponderEliminarAunque, si lo que se descubre es que estabamos ante una mascara y la realidad es otra, la decepción es profunda.
Siempre hay que dejar algo de misterio en la vida, hacia los demás y hacia uno mismo, es parte del encanto de las personas.
ResponderEliminarBesitos LuZecita mía!
Si ya es imposible conocerse a si mismo, como para intentarlo con las almas ajenas...
ResponderEliminarAmar un cacho y querer fusilar al siguiente. Entre el arriba y el abajo anda el equilibrio. Mejor eso que el cero patatero. :)
Vaya guille, pues sí, me consuela. No paro de asombrarme a mi misma, aún queda esperanza entonces.
ResponderEliminarMi Dama, misterio? Tengo multipersonalidad...a veces no sé ni a cual de mis yos acuesto ni a cual dejo de vigía.
Entre el arriba y el abajo... jejeje Buen juego ese. Más o menos lo que decía en aquel microrrelato que se llamaba Desigual /Estos escalones en nuestros corazones, que subimos y bajamos constantemente, este "claro que si pero tal vez hoy no", hacen nuestra vida armoniosamente asimétrica./
(Dime un nombre corto con el que denominarte, oráculo mío, porque Vivocon me suena a electrodoméstico.)
Se cambia de color y se cambia sin cambiar.
ResponderEliminarMe gustas verde hierba.
Te miro a las pupilas.
Biquiños.
Algo le pasa a mi espejo, pensé. Me puse poético y declamé: "Herido de azogue, tiempo y sueño, cansado de mentir al que se asoma.."
ResponderEliminarHarto de sus agravios consentidos, en un alarde de idiotez lo empadroné en el 'punto limpio'.
Luego comprendí que los espejos -y no los perros- se parecen a sus dueños.
Apuntalar almas se me da fatal. Siempre acabo lloriqueando para que un Oniro me ayude. Snif.
ResponderEliminarLarisa, me alegro de que te guste verde, verde es mi estado natural.
ResponderEliminarChe, me encanta el microrrelato. Eso de empadronar el espejo en el punto limpio es genial jajajajaja
ResponderEliminarMuchas gracias, es precioso.