No gana el miedo la mitad del temo,
no tienen otros la culpa de todo.
No siempre el blanco los tiene todos,
ni el negro resulta de la ausencia total.
Sí, debes creer lo te que digo, siempre,
aunque nunca diga toda la verdad.
Porque hoy el gris inunda mis versos
de esta luz clara del lento despertar.
Aquella vez, sin embargo, (aquella vez
nada más) alguien se quedó con las ganas
de saber la realidad. Y ni quiero recordar,
sufrir alterando el orden de la oración,
contradiciendo mis ojos y acerando el son.
Sí, puedes creer lo te que digo,tú debes.
Aunque nunca te cuente luego que es verdad.
Recuerdos del pasado, luz, colores y verdad. Buena mezcla para enlazar tus palabras.
ResponderEliminarLindo espacio.
Un abrazo!
Me gustan los dos últimos versos a modo de resumen
ResponderEliminarHuye de los imperativos. Es como poner un cartel hecho a rotulador con la leyenda 'esto es mentira'. Si algo tiene de bueno la verdá es que se reconoce a larga distancia. Sobre todo cuando se disfraza.
ResponderEliminarY los versos, que hagan lo que quieran.
Y Láquesis, que hable más con su madre.
Gracie, LuZ.
ResponderEliminarEstoy rota y contradictoria. Mal. Peor.
Sólo tenemos estos medios, los virtuales, para decir algo. Es tontería, pero consuela.
¿Se te ocurre algún dios al que recurrir y que tenga la Noche libre?
Trovador: muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarChe: sabes que puedes creerme. ;D
No es tontería, consolar, consuela, Larisa.
Los dioses hace tiempo que dejaron de hacerme caso. Ahora solo me acompaña algún dios menor.
Creo que esta noches Boreas (con sus bravos aires) para no perder el norte, te podría ir bien ;D
Qué arte tiene mi niña!. A mi, como a Ché también me encantaron los dos últimos versos ;)
ResponderEliminarSi es que sois unos románticos, los dos.
ResponderEliminarMuchas gracias, preciosa.