18 de noviembre de 2010

Aparece y desaparece a su antojo

Es fuerte, sin sentido, a veces instantáneo,

otras lento y sigiloso, otras rápido, otras fugaz.

No atiende jamás a los dictados de la razón.

El corazón baila siempre a su propio compás.

Crees en algún momento que lo entiendes,

que puedes comprenderlo y diseccionarlo

decidiendo “ahora no, mañana seguro que si”.

Pero en realidad cuando quieres que pase,

sabiendo que has encontrado quien te complete,

te comprenda, te respete, al ideal al que amar,

por mucho que sepas que serías feliz, el amor no llega.

El amor, la pasión aparece y desaparece a su antojo

y sólo podemos resistir de pie sus envites.

Nosotros no decidimos, ni siquiera eso.

3 comentarios:

  1. Cuanta razón LuZe. Por suerte o por desgracia es todo cierto. Los sentimientos no se pueden forzar, no son racionales ni se puede pretender que lo sean, si no ya no serían tan especiales como lo son.
    Besitos!

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  2. El amor se elabora con intangibles desvelos. Es una aldaba invisible que sólo con su toque abre las puertas que, aun así, no nos decidimos a cruzar.
    Es voluta de humo.
    Y hierro.
    Es lo que no sabes y lo que de tanto saber has perdido en el tiempo.

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  3. Que cierto es lo que dices, quien vive con Hades.
    Por muy abiertas que se encuentren las puertas en muchos casos hace falta ese valor temerario que poseen los locos de amor para atraversar el vano.
    De puro sencillo es inexplicable.

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